el sábado tocamos en lisboa, bueno, no tocamos en realidad, sólo fuimos a probar sonido.
nos hicimos seis horas de coche, fuimos a la presentación y nos bebimos unas cuantas copas servidas por elegantes camareros con bandeja. me sentí casi como en una recepción real y entonces pensé en mis principios republicanos y empezó a parecerme todo un poco extraño.
el viernes no salimos, todo por estar en "plenas condiciones" para el concierto del sábado.
la última vez que toqué de resaca fue un finde de junio, que teloneamos a un grupo de pupilo records en vigo y en coruña. me tocó llevar el coche, me acosté a las ocho y me levanté a las once... y no me sentó muy bien coger el coche casi tres horas, así que toqué un poco destemplada...
con esta experiencia y otras más, decidimos que el sábado iríamos de turisteo a ver a pessoa y a sumergirnos en miles de vinilos a un euro. por la tarde la prueba y el concierto.
resultó que nuestro sonido era demasiadofuerte para la estructura del edificio en cuestión, el Museu da Electricidade y que podíamos incluso romper cristaleras y tuberías de finales del siglo xix.
así que de buenas maneras nos dijeron que éramos demasiado ruidosos para el evento.
una mezcla de indignación, resignación y conversaciones surrealistas acerca del mundo de los robots acabó con el título de "
Franc3s homenajea a John Cage en Lisboa".
después salimos, nos tomamos unos cosmos por el barrio alto y felices como unas perdices.
nota mental: volver a lisboa